10 febrero 2010

 

Ingratitud propia de los árabes.

Hassan Shehata, entrenador de Egipto, vencedor de la Copa de África, ha asegurado al periódico árabe Al Masri al Youm, que prefiere morirse de hambre que entrenar con la selección israelí. Ingratitud muy propia del pueblo árabe.

"El presidente de la Liga ha formado una comisión para escoger el futuro de la Selección y Shehata parece el candidato más apropiado por su gran personalidad y por cómo ha manejado a los campeones", comentó el periodista israelí Daniel Shahah, quien aseguró que Tel Aviv tiene el sueño de llegar a la calificación del mundial de Brasil en 2014.

Shehata, sin embargo, ha rechazado tajantemente la oferta, incluso con una declaración en contra del pueblo judio. "Toda mi vida he escuchado decir que Israel mata a nuestros hijos y a nuestras mujeres, que bombardea nuestras ciudades y villas. Ésta es la primera vez que escucho decir que Israel juega al fútbol. Es absurdo sólo pensar que yo podría entrenar a la plantilla de este país. Si Israel fuera el último equipo del mundo preferiría abandonar mi profesión", ha declarado ayer en Nigeria.


Le ha faltado arengar como Ben Laden. Una yihad contra los judíos y cruzados....

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