09 febrero 2010
Detener al islamofascismo iraní.
Estados Unidos se prepara para un despliegue que asegure la contención de un Irán nuclear, no para impedir que Irán tenga la bomba. La Casa Blanca parece haber aceptado que es mejor una bomba iraní que bombardear Irán.
Lo cual nos lleva a Israel, un país cuyos dirigentes han declarado por activa y por pasiva que la bomba iraní es inaceptable porque representaría una amenaza existencial para el Estado judío. Salvo que se le conceda a los ayatolás el tiempo necesario para proteger y dispersar los elementos críticos de su programa atómico, los análisis militares llevan a creer que Israel cuenta con los medios suficientes para poder infligir un daño suficiente a las instalaciones en Irán como para detener durante años su camino a la bomba. El problema es de otra naturaleza, pues afecta a la gestión política del día después de su acción militar. Las relaciones con América no pasan por su mejor momento y es difícil pensar que Obama no reaccionaria muy negativamente a una acción unilateral israelí de llevarse a cabo. Particularmente si se cree, como creen muchos, que los americanos están en negociaciones secretas con los iraníes para evitar una desestabilización en Irak y Afganistán entre otras cosas.