14 noviembre 2008

 

A 70 años de la Kristallnacht en 4 artículos.

Kristallnacht, Noche de los Cristales, es el término con el que ha pasado a la historia el pogromo antisemita organizado por el régimen nazi en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938. La destrucción de cientos de sinagogas, saqueos, asesinatos y decenas de miles de arrestos y traslados a campos de concentración conforman el fatal balance de las acciones que tuvieron lugar en Alemania y Austria hace 70 años, y que dan comienzo al periodo hoy definido como el Holocausto.

Os dejo con una recopilación de los mejores artículo que se han publicado estos días como homenaje a las millones de víctimas de la barbarie nazifascista.

Alejandro Baer, profesor de antropología social en la Universidad Complutense de Madrid y autor de "Holocausto. Recuerdo y representación".

Se suele decir respecto a la relación entre historia y sociología que la primera sin la segunda está ciega y que la segunda sin la primera está vacía. Esto es lo que nos suele recordar Reyes Mate cuando insiste, con Walter Benjamin, que el presente puede ser iluminado en un instante a través de la fuerza fugaz de un pasado olvidado. Al volver la mirada a la representación de la Noche de los Cristales en los medios de la época descubrimos que estos hechos también nos conciernen en España. Por un lado, republicanos españoles y judíos europeos -muy especialmente aquellos que se alistaron en la Brigadas Internacionales- reconocieron entonces que sus destinos estaban entrelazados. Por otro, los enraizados prejuicios y estereotipos antisemitas, con que se prodigaron en noviembre de 1938 quienes finalmente vencieron la Guerra Civil, han perdurado durante décadas. Sus resabios y ramificaciones forman parte de nuestro presente.


Natan Lerner, profesor de Derecho Internacional Público y Derechos Humanos en la Universidad de Tel Aviv y en el Centro Interdisciplinario Herzliya.

No es suficiente. El racismo siempre engendrará violencia. Claro que las comparaciones son odiosas y la evocacion de la Noche de los Cristales Rotos no puede ser comparada con ejercicios más o menos pogromistas que tienen lugar en más de un país. Pero no se puede ser flexible en estas cosas. La recordación de la triste jornada de 1938 es, pues, un deber de toda sociedad democrática. De más está subrayar que para los judíos es una de las fechas trágicas de su historia, tan cargada de persecuciones. Los crímenes nazis sobresalen por el horror que implican. Y se debe ponerlos de relieve en toda ocasión.


Sergio Widder, representante para América latina del Centro Simon Wiesenthal.

Hoy setenta años más tarde, resulta esencial reflexionar acerca de las lecciones históricas de la Kristallnacht y del Holocausto, la Shoá. ¿Hemos aprendido algo? Lo primero que creemos es que sí aprendimos: los regímenes democráticos han ganado terreno en el mundo, los regímenes totalitarios han disminuido en cantidad, los individuos se muestran más conscientes de sus derechos cívicos y humanos, y encuentran vías para expresarlos y hacerlos valer. No obstante, el fanatismo, la intolerancia, el odio, el antisemitismo, siguen vigentes, generan violencia y se cobran nuevas víctimas. El terrorismo, el fundamentalismo, el neonazismo son algunas de las formas actuales de manifestación de ese odio.


David Kilgour, ex Diputado federal que sirvió desde 1979 al 2006 en el Parlamento canadiense. Fue también Secretario de estado para Asia-Pacífico, Africa y América Latina, narra una historia verdadera sobre el Holocausto contada por la Dra. Truda Rosemberg de Ottawa.

Toda la familia de Truda pereció en el Holocausto. "No dejes que nada destruya tu alma judía" fueron las últimas palabras de despedida de la madre de Truda. Después a los 20 años de edad, Truda sobrevivió sólo porque era lo suficientemente pequeña para que otros pudieran empujarla afuera, por una pequeña ventana del tren para ganado que la llevaba a ella y a muchos otros a los campos de exterminio.

En 1951, Truda se las ingenió para ir a Inglaterra, aparentando ser una chica católica de Polonia y allí se convirtió en enfermera y partera. Nadie en el hospital donde trabajaba sabía sus antecedentes. Un día, tomaba el té con colegas enfermeras y médicos, entonces uno empezó a criticar a los Judíos. "Qué lástima que Hitler no haya matado a todos los judíos" dijo uno. ¿Por qué? preguntó Truda.

"Bueno" el otro contestó, "Son un montón de pesados. Son doctores y abogados pero ¿cuándo han visto un enfermero judío?" Truda se quedó callada por un momento, luego contestó "Estás viendo a uno". Ella y los otros fueron a su lugar donde quitó la tarjeta con su nombre de la puerta, escribió "Truda Osterman" en la parte de atrás y la colocó en la puerta. Después de muchos años de vivir con un nombre falso, ¡volvió a ser Truda de nuevo!

La historia de su vida será publicada muy pronto bajo el título de Sin Máscara. Hoy en día, a sus ochentas, Truda continua trabajando diariamente en nuestra ciudad y Canadá sigue beneficiándose de sus habilidades como Psicóloga. En dos días, será el Día de la Conmemoración de los Caidos, cuando los canadienses recordamos a familiares, amigos y los muchos que han muerto en guerras y conflictos en todo el mundo. Nunca debemos olvidar a ninguna de las victimas, incluso a los niños, mujeres y hombres que fueron asesinados en el Holocausto por su religión. Debemos contar y recontar sus historias. Nunca debemos olvidar.

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