25 enero 2008

 

Israel debe prevalecer.

Vicente Echerri escribe para El Nuevo Herald sobre la situación de Caos y anarquía generada en Gazastán por los propios palestinos y su apoyo a organizaciones terroristas, y afirma que la única solución es una operación militar de gran envergadura.

Los israelíes deben saber que, en tanto esa entidad terrorista no sea desarraigada y la dirigencia y los militantes de Hamás no resulten aniquilados, la paz que ellos buscan con los palestinos no será posible. Y ese esfuerzo --que, desde luego, suscitaría las críticas de medio mundo-- conlleva el asalto y la ocupación de Gaza con el inevitable saldo de muertos y heridos de ambos bandos, sin exceptuar civiles (cualquier acción de guerra afecta a los no combatientes, y una guerra urbana mucho más).

Se equivocan --en mi opinión-- los que sostienen que la paz más auténtica se basa en mutuas concesiones y no en los términos impuestos por una decisiva victoria militar, incluida la humillación de los vencidos (Roma impuso una paz bastante duradera en el Mediterráneo gracias a que fue implacable con sus enemigos). En este caso no se trata de una política imperial, sino, por el contrario, de la obligada convivencia de dos pueblos sobre un exiguo territorio al que ambos se sienten con derecho.

Desde siempre he creído que en este conflicto Israel debe prevalecer, no sólo porque el derecho de los judíos a esa tierra sea más antiguo, sino porque Israel encarna, en medio de una región bárbara, los valores de la civilización occidental que, a pesar de sus flaquezas, podemos considerar el producto más acabado de la especie humana y enorgullecernos de pertenecer a ella. Luego de haber prevalecido, Israel puede y debe ser magnánimo con los palestinos y ayudarles incluso a que se organicen pacíficamente como nación vecina.

Pero esa noble aspiración, que tantos en el mundo anhelan, no veo que pueda conseguirse ahora sin un empeño bélico de mayor cuantía que --acaso por la animosidad de otros grupos terroristas y de las naciones que los patrocinan-- podría desembocar en un sangriento conflicto regional. Aun a ese precio, la seguridad, la prosperidad y la paz de mañana, justificarían sobradamente la contienda de hoy.

Comments:
Creo que no se puede comparar la Pax Romana con la supuesta Pax Israelí. Los oponentes no son los mismos, las armas tampoco, y no tiene que ser Israel en particular quien elimine a un enemigo cuando en realidad el terrorismo islámico es el enemigo de todos, sólo que Israel es el que está más cerca. La convivencia entre estos dos pueblos es muy difícil, ya lo sabemos, los árabes palestinos están educados desde niños en el odio y el ¨martirio¨, su vida no vale nada y obviamente la de los demás tampoco. Los israelíes tienen armas de gran destrucción pero también tienen conciencia histórica, aman a sus hijos y la alternativa es arriesgarlos en territorio enemigo o destruir masivamente a distancia. La elección es demasiado difícil para tomar una decisión desde ¨adentro¨ y mucho menos desde ¨afuera¨. Creo que este tema debe ser tratado por organismos internacionales que lamentablemente brillan por su ausencia. No me parece justo que sea Israel quien asuma responsabilidades que son de todos y creo que aunque quienes están sufriendo hoy los ataques directos sobre su territorio son las poblaciones más cercanas a ese ¨territorio hostil¨, Israel los está debilitando. Si actuando así recibe críticas de todo el mundo porque se defiende, ¿esas críticas pasarían a mayores si atacara masivamente? ¿Cuál es el riesgo de Israel? ¿Qué precio está dispuesto a pagar por una decisión errónea? Israel prevalecerá, sin dudas, porque es fuerte militar y éticamente y sé que seguirá siéndolo. La decisión es del pueblo y el Estado de Israel. Ana
 
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