22 diciembre 2007
Guerra sucia entre las facciones terroristas palestinas.
Juan Miguel Muñoz informa para el periódico español El País, sobre la lucha fraticida sin cuartel que está teniendo lugar tanto en Judea-Samaria como en Gazastán, entre los grupos terroristas palestinos Hamas y Fatah. Ambas facciones recurren a la represión y la tortura para eliminar al adversario.
Quince meses de lucha a tiro limpio por el poder tras el triunfo electoral de Hamás concluyeron en junio. Fue entonces cuando los islamistas se adueñaron de Gaza y la fractura con Al Fatah, el partido del presidente Mahmud Abbas, se consumó. Ya no se matan. Pero la batalla continúa. Soterrada. Sucia. Los palestinos persiguen a los palestinos en una pugna que repugna a los escasos defensores de los derechos humanos.
En Cisjordania, Abbas no da respiro a nada de lo que huela a islamismo y pone toda la carne en el asador para desestabilizar al gobierno islamista de Ismail Haniya. "Tenemos que derrocar a esta pandilla que tomó Gaza con la fuerza armada", amenaza el mandatario. En la franja, Hamás no afloja, y reprime con dureza creciente al partido enemigo, cuyos matones colocan bombas y promueven huelgas.
En realidad, es sólo una cuestión de cálculo político la que invita a Hamás a demostrar mayor contención a la hora de la venganza. Pero cuando dice basta, se aplica a la represión con idénticas cotas de brutalidad. En el territorio dominado por los fundamentalistas, las denuncias del CPDH sobre las torturas en las comisarías son frecuentes. "Sí, se ha disparado a los pies de varios de los instigadores del caos y se han cometido otros excesos", admite una fuente del partido islamista.
El matiz es que los objetivos son, de momento, sólo los cabecillas que fomentan el desorden. La mayoría de los dirigentes de Al Fatah han abandonado Gaza. Y su retorno se antoja improbable. "Si Abbas intenta volver a la franja montado sobre un tanque israelí y con una bandera palestina, no encontrarán dirigentes de Al Fatah para suplantar a Haniya". El mensaje es escalofriante: rodarían las cabezas de los pocos líderes de Al Fatah que no han huido a Ramala.
Comments:
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¿Está enfermo el corresponsal de periódico "global" El País?
Creo recordar que en ningún momento llega a la conclusión o da a entender que la culpa final es de Israel.
Me preocupa la salud de nuestro corresponsal. ¿Pasa malos momentos personales y ya no es capaz de distinguir entre los buenos y los malos?
Hay una cosa en que no ha cambiado y sigue como siempre. De entre los buenos, los mejores de todos son los chicos de Hamas.
En fin, no sé si desearle que se recupere cuanto antes
Creo recordar que en ningún momento llega a la conclusión o da a entender que la culpa final es de Israel.
Me preocupa la salud de nuestro corresponsal. ¿Pasa malos momentos personales y ya no es capaz de distinguir entre los buenos y los malos?
Hay una cosa en que no ha cambiado y sigue como siempre. De entre los buenos, los mejores de todos son los chicos de Hamas.
En fin, no sé si desearle que se recupere cuanto antes
Yo pensaba lo mismo cuando posteé la noticia de un periódico abiertamente antiisraelí. Merecía la pena reflejar algo tan raro como El País denunciando a los palestinos.
No es antisraelí, sino que está en contra, como repite muy a menudo su jefe de sección, Bastenier, de la "entidad sionista" (expresión típicamente antisionista y que no se priva de repetir en un alarde de objetividad y equidistancia).
Lo más divertido, de no ser tan penoso, es que como un periódico que presume de ser tan políticamente correcto suela elegir preferentemente, y para dar carnaza a los "comentarios" de sus lectores, los temas judíos como sujetos de los mencionados comentarios.
Es muy revelador que los temas judíos, en muy alto grado, puedan tener el inmerecido honor de los comentarios de unos lectores que, en una significativa proporción y pese a que se supone ser tan de izquierdas, tienen una mentalidad digamos que un "tanto judeofoba", y en cambio, las noticias sobre los palestinos o sobre los constantes altos logros de la religión de la paz y del amor, no disfruten de esa posibilidad.
¿Será debido a la presión del lobby? ¿O acaso expresión de una elemental prudencia?
Por otro lado, me parece excesivo eso de "denunciando a los palestinos", mejor sería decir "denunciando a los palestinos supuestamente moderados, aunque desde luego no supuestamente honrados".
¿La causa por antonomasia empieza a descomponerse? Qué se prepare Israel, pagará editorialmente por esto.
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Lo más divertido, de no ser tan penoso, es que como un periódico que presume de ser tan políticamente correcto suela elegir preferentemente, y para dar carnaza a los "comentarios" de sus lectores, los temas judíos como sujetos de los mencionados comentarios.
Es muy revelador que los temas judíos, en muy alto grado, puedan tener el inmerecido honor de los comentarios de unos lectores que, en una significativa proporción y pese a que se supone ser tan de izquierdas, tienen una mentalidad digamos que un "tanto judeofoba", y en cambio, las noticias sobre los palestinos o sobre los constantes altos logros de la religión de la paz y del amor, no disfruten de esa posibilidad.
¿Será debido a la presión del lobby? ¿O acaso expresión de una elemental prudencia?
Por otro lado, me parece excesivo eso de "denunciando a los palestinos", mejor sería decir "denunciando a los palestinos supuestamente moderados, aunque desde luego no supuestamente honrados".
¿La causa por antonomasia empieza a descomponerse? Qué se prepare Israel, pagará editorialmente por esto.
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