27 noviembre 2007
Ron Paul y los judíos.
Jose Cohen, del blog "Desde Sefarad", ha escrito un gran artículo en el Suplemento de Exteriores de Libertad Digital sobre las acusaciones infundadas que tachan de antisemita a Ron Paul, aspirante a hacerse con la candidatura del Partido Republicano para las elecciones presidenciales norteamericanas.
Lo que Paul está defendiendo es una postura aislacionista perfectamente legítima. Su actitud no responde a cliché antisemita alguno. Paul es contrario a la ayuda a Israel no porque considere a los judíos unos pérfidos genocidas del pueblo palestino, ni porque sea un acérrimo antisionista contrario al derecho de Israel a existir; menos aún, porque simpatice con el terrorismo palestino, sino por motivaciones profundamente ideológicas que responden a un ideario netamente liberal.
Paul está en contra de que los americanos subvencionen con sus impuestos a los israelíes... y a los egipcios, a los saudíes, a los taiwaneses... A diferencia de los judeófobos, Paul no tiene obsesión alguna con el Estado judío; en todo caso, estaría tan obsesionado con éste como con cualquier otro Estado. Es más, su política puede resultar beneficiosa para Israel en no pocos aspectos, como sostienen, por ejemplo, Walter Block y Shmuel ben-Gad (ambos son judíos).