26 octubre 2007
Pre y post-Sionismo.
Edy Kaufman analiza los éxitos y los fracasos del sionismo desde su origen y hace un recorrido por las diferentes etapas antes y después de la creación del Estado de Israel.
En conclusión, no deberíamos temer el debate sobre la reevaluación del Sionismo en el mundo contemporáneo, pues puede mantenerlo vibrante y actualizado. Hay que reivindicar el derecho de toda generación judía a poder establecerse en Israel y la importancia para su felicidad individual y grupal de "probar Israel" y vivir allá durante un período de tiempo significativo, o de generar "part time alyiah" y poder mantener dos ciudadanías. Muchos israelíes de origen europeo tratan desesperadamente de obtener la nacionalidad polaca o rumana de sus padres y abuelos, a fin de beneficiarse de la Comunidad Europea. ¿Qué pasará dentro de unas generaciones, cuando los hijos de israelíes en la diáspora puedan seguir siendo ciudadanos, a pesar de no haber nacido en su patria? Y, por otro lado, no (o casi anti) sionistas ultraortodoxos de Nueva York vienen por un año a una yeshivá en Jerusalén, se convierten en ciudadanos, vuelven a Estados Unidos, y cuando hay elecciones para la Knesset, ¿vuelan a votar en la Ciudad Santa? Parece ser que hay israelitas que salieron de su tierra hace dos mil años y otros apenas unas decenas atrás. El embajador o cónsul tiene en la "colonia" una comunidad que lo respeta. Todo eso pasa, y no vale la pena ignorarlo.
No es necesario decidir si amamos más, como dicen en inglés, "motherland" o "fatherland". Pueden ser dos amores diferentes. Y en cuanto a los promotores de un Israel democrático, con justicia social como en la visión de los profetas, sin ocupación y dominio de otro pueblo; aquellos que, basándose en los valores judíos de respeto al próximo y los derechos humanos, los reivindican cuando se olvidan, aunque algunos los tilden de post-sionistas, no hay que distanciarse de ellos. Hay que buscar la comprensión de sus ideas, dentro del marco pluralista que siempre enriqueció a nuestro pueblo.