01 septiembre 2007

 

En defensa de Israel.

El periodista e historiador Rogelio Alaniz analiza las semejanzas entre el nazifascista Hitler y el islamofascista Ahmadineyad, al timpo que advierte de los peligros de la política de apacigüamiento que en el pasado costaron millones de vidas.

Del presidente iraní Mahumoud Ahmadinejad, pueden decirse muchas cosas menos que no sea claro, frontal y hasta sincero. Así lo fue cuando organizó un congreso internacional para negar el holocausto, así lo fue cuando aseguró que el objetivo prioritario de Irán era el de equiparse con armamento nuclear y así lo es en estos días cuando pronostica que la destrucción del Estado judío de Israel está cerca.

Con él se podrá disentir o estar de acuerdo, lo que nadie puede alegar es no saber con quién se está hablando. A diferencia de otros estadistas, el jefe iraní expresa con absoluta franqueza sus objetivos. Ahmanidejad podría decir lo mismo que en algún momento dijera Metternich, el lúcido y resbaladizo diplomático austríaco: yo a mis colegas los engaño diciendo la verdad. En ese universo de intrigas, sinuosidades y mentiras, decir la verdad se transformaba en el mejor argumento para incitar al error a diplomáticos avezados en la mentira y los dobles discursos.

Entre Hitler y Ahmanidejad hay diferencias, diferencias importantes, pero también hay coincidencias. Así como sería un error conceptual equiparar a uno y a otro sin advertir lo que los distingue, también sería un error político muy serio y de imprevisibles consecuencias no captar lo que haya de común entre los nazis que hablaban de la raza superior y los integristas musulmanes que ponderan las virtudes de la religión superior.

Como decía un reconocido historiador europeo: Israel se propuso ser Atenas y lo obligaron a ser Esparta. Basta mirar el mapa de Medio Oriente para darse cuenta de que sólo la perversidad religiosa y la ceguera política pueden aceptar el principio de que Israel es el Estado agresor. El antisemitismo larvado es tan poderoso que a Israel ni siquiera le admiten el derecho a la defensa. Para las satrapías musulmanas los judíos deberían tener el mismo comportamiento que tuvieron con los nazis: dejarse matar, aceptar marchar como manso rebaño al degolladero.

Ahmanidejad es tan sincero como Hitler. Cree en lo que dice y lo que dice está dispuesto a cumplirlo. Los Daladier y los Chamberlain de turno suponen que no hay que tomarlo en serio, que siempre se lo podrá controlar y que en todo caso hay que hacerle algunas concesiones para contenerlo un poco. El error de perspectiva en 1938 costó cincuenta millones de muertos. Nadie está obligado a creer que sesenta años después ocurra algo semejante, pero no está de más recordar que el hombre es el único animal de la tierra que tropieza dos veces con la misma piedra.

Comments:
El Islamismo es el heredero del Nazismo. Y hay que detenerlo cuanto antes, NO darle concesiones.
 
Es realmente increible que se publiquen comentarios y articulos con tanta carga discriminatoria y que nada se haga al respecto. "El Islamismo es el heredero del Nazismo"?? No es un comentario discriminatorio, señores del INADI?
 
Pienso que el presidente iraní, se olvida con demasiada frecuencia, que cuando España se llamaba Al-Andalus, los árabes y judíos no sólo convivían pacificamente, sino que el respeto entre ambos colectivos étnicos y religiosos, era total, sin olvidar que ambas etnias llegaron a España juntas y lucharon juntas contra los visigodos, y que juntas fueron expulsadas de España por los reyes católicos, por no aceptar ser unos conversos, bueno al menos así veo yo las cosas, judíos y musulmanes, convivieron juntos antes, ¿por qué no ahora?, porque lo diga ese presidente de turno irani, nadie con un poco de intelecto va a ser un puñetero converso de su política, fascista, que utiliza la religión del Islam para escudarse, y seguir adelante con su práctica de terrorismo de estado particular, soy pacífico y pacifista, pero la razón sólo tiene un camino, el siglo xx, es una buena muestra de que unos pocos fanáticos, pueden desencadenar guerras ilegales y hasta de exterminio contra el pueblo de Israel,y sin olvidar que el antiguo presidente egipcio, Al-Sadat, fue asesinado junto a sus ministros por su cúpula militar, por firmar la paz con Israel, en Camp David en 1979,ni el Islam ni el presidente de irán, no tienen ni comparten los mismos objetivos, políticos, ni ideológicos, ni de ninguna clase.
 
Claro, porque decir que "El sionismo es heredero del nazismo" estaría permitido por el INADI, verdad anónimo??? Pero al Islam no lo podemos tocar ni de lejos, aunque todos los días estén haciendo saltar gente por los aires en todo el mundo con su fucking terrorismo.
 
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