21 septiembre 2007
Carne de cañón.
El Think tank GEES, analiza como los grupos terroristas palestinos utilizan a la población civil como escudo humano buscando causar víctimas que la prensa occidental y la progresía (tontos útiles) se encargarán de utilizar como arma arrojadiza contra Israel.
La memoria en nuestros países es débil. Porque lo cierto es que no ha sido Israel quien ha declarado Gaza "territorio hostil". Los medios de comunicación españoles, salvo escasas excepciones, han ignorado que durante meses ha sido Hamás quien ha convertido este territorio en todo a la vez: campo de batalla, cuartel general, arsenal y trinchera.
Los dirigentes terroristas palestinos dicen a quien quiera escucharles que consideran que Gaza y su población deben estar en un estado de guerra perpetuo hasta la aniquilación israelí. Lo que constituye una miseria humana que no dejaremos de repetir para tanto ciego voluntario: Hamás no sólo no hace nada por salvaguardar a la población civil, sino que su estrategia consiste precisamente en involucrarla cada vez más.
Seamos, al menos, sinceros. El principal objetivo de los terroristas palestinos es lograr el mayor número de víctimas posibles entre la población... palestina. Utilizan a su propia población civil como carne de cañón, lo hacen abiertamente y ni siquiera disimulan. Esconden sus cañones, sus arsenales y sus cohetes en hospitales, escuelas y viviendas. Provocan a los israelíes buscando sangre palestina, y la quieren en grandes cantidades.
Ya llegarán luego los intelectuales y los periodistas occidentales de turno para culpabilizar a Israel de unos muertos que buscan los propios terroristas palestinos. Y es normal que lo hagan, pues conocen bien el historial judéofobo de los medios europeos, tan dispuestos a denunciar los errores israelíes como a ocultar la estrategia de terror de los terroristas palestinos, que empieza por su propia población.