24 agosto 2007
Talibanizando Hamastan.
Samuel Hadas, primer embajador de Israel en España y el Vaticano, analiza la progresiva talibanización de Gazastan desde que el grupo criminal islámico Hamas dio un golpe de estado y que, como dicen varios analistas entre ellos el ex ministro de Asuntos Exteriores de Israel Shlomo Ben Ami, debe permitirse a Hamás gobernar, a cambio de un plan de estabilidad, si se quiere evitar que Gaza se transforme en una segunda Mogadishu.
¿Es Gaza (Hamastán) peor que Afganistán y Somalia? Desde que la organización fundamentalista terrorista Hamás asumió brutalmente el control de Gaza, después de un enfrentamiento que costó la vida de por lo menos ciento cincuenta personas, entre ellos cincuenta civiles dejando cerca de mil heridos, se viene registrando un lento proceso ya bautizado por los palestinos seculares como la "talibanización" de este territorio palestino: los asesinatos de rivales políticos, la desaparición de los marcos legales, la nacionalización (o mejor dicho la toma de los edificos de organizaciones civiles y sindicales y su consiguiente islamización, después de enarbolada la bandera verde de Hamás), la islamización de la policía, la dispersión, por la fuerza, de demostraciones de grupos opositores, no son sino algunas muestras de lo que sucede actualmente en la franja de Gaza.
Analistas israelíes advierten ante la posibilidad de que el terrorismo y la violencia se reanuden en el caso de que Abbas no logre avances en el proceso negociador con Israel. Hamás, escribe el experto en temas palestinos del Haaretz, Danny Rubinstein, es más que capaz de sabotear la política de Abbas. Mientras el liderazgo de Hamás mantenga la esperanza de mantenerse en el poder en Gaza y de influir en Cisjordania habrá relativa calma. Pero cuando Hamás pierda la esperanza, el terrorismo volverá. Comentaristas e incluso dos anteriores jefes de los servicios de seguridad israelíes consideran que la política de aislar a Hamás debe ser revisada. Según el ex ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Shlomo Ben Ami, debe permitirse a Hamás gobernar, a cambio de un plan de estabilidad, si se quiere evitar que Gaza se transforme en una segunda Mogadishu. En su opinión, para que la reanudación del proceso de paz sea plausible, una fuerza internacional debe ser desplegada en Gaza. Pero otros expertos advierten de que Hamás, de lograr salir de su aislamiento diplomático internacional mientras continúa fortaleciéndose militarmente con la masiva ayuda proveniente de Teherán, no solamente consolidará su posición en Gaza sino que logrará minar la autoridad de Fatah en Cisjordania.