08 mayo 2007
La oportunidad de Bibi.
El Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) afirma que tras la primera parte del informe Winograd y sus más que predecibles consecuencias, ha llegado el momento de Bibi Netanyahu.
Ha llegado el momento de Benjamín Netanyahu, el actual dirigente del conservador Likud. Casi nadie recuerda con agrado los días en que fue primer ministro. Hombre brillante y excelente táctico, no siempre ha demostrado tener una visión estratégica, ni la serenidad y el aplomo necesario para pilotar la nave israelí en las turbulentas aguas de Oriente Medio. Sin embargo, para sorpresa de muchos supo ser un extraordinario ministro de Hacienda en el último Gobierno de Sharon como jefe del Likud y ha sabido guardar silencio y ser leal al Gobierno durante la II Guerra del Líbano.
Las encuestas apuntan a que logrará los mejores resultados en las próximas elecciones generales y que la nueva mayoría se formará en torno al partido conservador. Por mucho que Olmert trate de evitar su forzada jubilación es difícil de imaginar que pueda sobrevivir a la publicación de la segunda parte del Informe, sobre todo si tenemos en cuenta que la oposición conservadora está reservando para entonces sus mejores piezas de artillería. Veremos fuertes debates antes de que la mayoría se descomponga.
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Estoy informado de que en Israel lo que se privilegia a la hora de definir a un político es su opinión político-estratégica sobre como defender a Israel desde el punto de vista militar (así se define allí la izquierda y la derecha); pero también es importante saber la otra imagen de un político: lo económico. Bibi le causó un gran daño a Israel con sus políticas económicas neo-liberales y de privatización de empresas, así que puede que Netanyahu sea una buena opción como ministro de defensa o primer ministro, pero NO como ministro de economía o nada que se le parezca. No queremos el neo-liberalismo en Israel, no queremos acabar con el Estado benefactor e interventor, no queremos que se privatice todo. Si Bibi debe gobernar, que se encargue de defender al país de la amenaza terrorista y que le deje la economía a los socialdemócratas.
Es injusto que los de derecha en Israel siempre tengan que ser neo-liberales (desde el punto de vista económico). ¿Acaso no pueden ser como el Tzomet?
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Es injusto que los de derecha en Israel siempre tengan que ser neo-liberales (desde el punto de vista económico). ¿Acaso no pueden ser como el Tzomet?
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