18 mayo 2007

 

El síndrome del escorpión.

Sarah Honig relata el doble rasero y la hipocresía de la izquierda israelí y el desprecio de los medios de comunicación hacia los israelíes que residen en Judea-Samaria y Gaza (antes del desalojo). Así mismo hace referencia a los judíos de la época del Mandato Británico que traicionaron a los valientes luchadores del Irgún (Etzel).

Durante el mismo día de junio del 2006 en el que Hamas capturaba al soldado Gilad Schalit, Fatah secuestraba a Eliahu Asheri, de dieciocho años de edad y procedente de Itamar, de camino a Neveh Tzuf desde Betar Illit. Asheri recibió un tiro en la nuca poco después, aunque el crimen no evitó que sus secuestradores exigieran un rescate también por "su liberación".

Desde el inicio, la cobertura mediática de los dos secuestros difirió radicalmente. Schalit se convirtió en el nombre de la casa. Cada una de las condolencias de los reporteros iba a su familia. Los corresponsales acamparon a la expectativa delante de la casa de Schalit y describieron a su padre como "noble" nada menos. Asheri fue etiquetado como "un colono" y no hubo ninguna peregrinación proporcional de la prensa hasta sus agonizantes padres. Nada del estallido de emociones y verbigracia empática con los Schalit hizo acto de presencia remotamente en el caso de los Asheri. En la práctica, Eliahu fue olvidado rápidamente y añadido a la larga lista de víctimas del terror aparentemente prescindibles sin las cuales una puede seguir adelante.

(...)

Cómo desplegar al colectivo mediático (ya obre en poder de la izquierda o no) y a quien condenar frente a las masas fue y sigue siendo tema de obediencia política. Aquellos puestos en el objetivo son de manera invariable los rivales de la izquierda política. Antes fueron sionistas, rebeldes del IZL, o "gánsters" del Lehi. Hoy lo es cualquiera con una posibilidad realista de llevar a la presunta Derecha al éxito electoral y, por encima de todo, esos colonos a los que ataca Paz Ahora.

Artículo completo.

Comments:
No permitamos que el pueblo de Israel sea dividido. Al igual que se unieron los valientes guerreros del Etzel y el Lehi con los valientes guerreros de la Haganá y el Palmaj, así nos debemos unir todos los judíos del mundo para dejar de lado las diferencias y luchar juntos por Israel. Yo aprendo de Beguin que se tragó su bronca por lo que pasó con el Atalena y decidió que era mejor concentrarse en luchar contra los moros invasores, incluso luchar junto a Ben Gurión. ¿Cómo creen que se formó el Tzahal?: con la UNIÓN de las milicias judías. Como diría Beguin: ¿guerra civil judía? JAMÁS!

Los hermanos sean unidos
Porque esa es la ley primera
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea
Porque si entre ellos se pelean
Los devoran los de afuera
(Martín Fierro)
 
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