24 abril 2007
Fiebre del español en Israel.
Ricardo Mir de Francia, corresponsal de "El Periódico" informa desde Israel el auge del idioma español entre los israelíes por diferentes motivos.
El padre del Estado de Israel, David Ben Gurion, aprendió español para leer El Quijote en la versión original de Miguel de Cervantes. Para las nuevas generaciones, ya no es la literatura clásica sino las telenovelas iberoamericanas las que les abren la puerta para adentrarse en el aprendizaje del idioma.
Desde que Los ricos también lloran irrumpiera en las pantallas israelíes hace más de una década, la fiebre por el género ha crecido de forma imparable. Actualmente hay dos canales de televisión por cable que emiten exclusivamente telenovelas: Viva y Viva Platino. Al menos otros siete también las programan, en versión original con subtítulos, desde Amor a palos y Pasión de gavilanes hasta Floricienta y Rebelde Way.
El fenómeno ha alcanzado tal envergadura que uno se encuentra con estudiantes, cajeras, amas de casa u oficinistas que hablan un correcto español sin haberlo estudiado. Algunas van un paso más allá e ingresan en alguna de las academias de español que hay en el país. "Llegan con un nivel oral intermedio y a veces hasta avanzado, pero desconocen la gramática y no tienen ni idea de escribir", explica Selma Aronovich, profesora del Instituto Cervantes de Tel-Aviv.
Además del mundo maniqueo de los melodramas, hay otros factores que influyen en el interés de los israelís por la lengua de Valle-Inclán. "Desde los lazos históricos con España, que se mantienen como referencia, a la percepción del español como un idioma fácil de aprender", expone el jefe de Estudios del Cervantes, Alberto Madrona. "Muchísimos jóvenes, además, eligen Latinoamérica para viajar durante varios meses al acabar el Ejército y quieren estudiar antes lo básico o consolidar lo aprendido a la vuelta", añade.