20 marzo 2007

 

Solitario en la cima.

Yoel Marcus analiza para el periódico Haaretz la situación política del Primer Ministro isralí Ehud Olmert a la espera del informe de la Comisión Winograd y sus conclusiones.

El hombre que ha sido interrogado y sospechoso, siempre seguro de sí mismo, demostrando su soberbia y su sonrisa frente a la cámara, ve ahora como si escuchara los golpes de martillo propinados por la Comisión Winograd.

A raíz de las falsas especulaciones y filtraciones que inundaron al país, de pronto descubrimos que la diferencia entre una Comisión de Investigación estatal y una Comisión de Investigación gubernamental no es tan grande. Ambas pueden enviar o no enviar cartas de advertencia antes de emitir conclusiones personales. Según la opinión de un juez de renombre, no hay una diferencia significativa en los resultados, sólo si se trata de alguna sospecha que limite con lo delictivo. Los investigados actuaron correctamente, o no. En cualquier caso, la opinión pública es la que determina si un político debe seguir en sus funciones.

No resulta muy claro porqué consideró la Comisión Winograd para informar de antemano que emitirá un informe intermedio con conclusiones personales en relación al cumplimiento de las funciones del Primer Ministro, el Ministro de Defensa y el aJefe del Estado Mayor, separándolos de todos los demás investigados. Quizás los miembros de la Comisión se hartaron de las especulaciones y filtraciones de los medios de comunicación, y decidieron adelantarse con el fin de frenar el alboroto político a su alrededor.

Olmert recibió el aviso de la Comisión sin mucho entusiasmo. Por otro lado, cree que, aún cuando la opinión no lo favorezca en sus determinaciones con respecto a la dirección de la guerra, tampoco exigirá su renuncia.

Los allegados a Olmert tampoco tienen claro porqué el informe parcial cubre sólo cinco días de la guerra del 12 al 17 de Julio y no lo acontecido antes y después. Será posiblemente, porque el 17 Olmert pronunció en el Parlamento su famoso discurso Churchilliano, explicando porqué el país debía ir a la guerra.

El discurso contenía frases rimbombantes como: "Israel no aceptará vivir de forma permanente bajo la amenaza de los misiles contra sus habitantes... Hay momentos en la vida de una Nación en la que hay que mirar la realidad y decir: ¡Se acabó! Y yo os digo a todos vosotros: ¡Se acabó!". No es necesario profundizar para ver que la intención no era una operación limitada, sino que salió a una guerra. ¿Entendían el Primer Ministro y su gabinete hacia dónde se dirigían?

Después de ese discurso transcurrieron 21 días de lucha, en los cuales se cometieron la mayoría de los errores y muchos de nuestros soldados fueron asesinados. ¿Hasta cuándo pospone la Comisión su informe sobre esta parte? ¿Y porqué no ha considerado acertado aclarar que próximamente habrán conclusiones personales hacia otras personas? ¿Son cinco días de guerra suficientes para determinar la culpabilidad de Olmert, Amir Peretz y Dan Halutz?

La difusión de las conclusiones del informe en partes, introducirá al sistema político en un terreno brumoso de incertidumbre política y en un torbellino de interrogantes sobre quién es el culpable de lo sucedido.

En el entorno de Olmert no se entiende el significado de la decisión de la Comisión de no emitir cartas de advertencia. ¿Significa que no habrán propuestas que obliguen a dimisiones? ¿O también, que son suficientes conclusiones personales para que el público arroje a los tres responsables principales a los leones?.

Mientras tanto en la escena política ya se está procediendo a la repartición. No es un aliciente que aún cuando Olmert cuenta con una coalición bien establecida, él personalmente, con el 97% de la población que ha perdido su confianza, no lo está.

Pero Olmert es una persona fuerte, que no se deja influenciar con facilidad por habladurías. Confía en que la mayoría de los miembros de la Knesset no desean adelantar las elecciones. Por un lado, ejerce la pose de que todo está en orden e incluso apoya la iniciativa saudí. Por otro lado, pareciera que entiende que no es su mejor momento.

Los informes del Shin Bet de que pronto podrían caer proyectiles en Kiryat Gat, e incluso en Beer Sheva, Olmert declaró, que "nosotros no nos frenaremos eternamente". En su actual situación, yo aguardaría hasta después de las fiestas de Passover para amenazar con la guerra.

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