12 octubre 2006
El nuevo antisemitismo.
José Benmatías nos habla de la nueva judeofobia:
"Y es que el fenómeno judeófobo en tanto fenómeno milenario, quimérico, obsesivo e irracional, en palabras de Gustavo Perednik Perednik, permanece vivo en nuestro tiempo. Una forma de odio tan atroz que ha desembocado en la mayor industria de exterminio de la historia difícilmente puede haberse extinguido. Es el filósofo francés Pierre-André Taguieff quien nos señala a los principales culpables de esto, así como el silencio asesino de sus cómplices".
"El nuevo antisemitismo es un odio impulsado por el afán de presentar a Israel, en palabras de Taguieff, "como una deshonra, heredada de una falta original, que instaura su ilegítima existencia política; el estado de Israel es intrínsecamente culpable, su culpabilidad se halla fundada en sí misma. El pecado original de Israel es su nacimiento". Judeofobia, pues, disfrazada convenientemente de un antisionismo que ha sabido adaptarse a los hábitos modernos, pero que mantiene los clichés del antisemitismo clásico (acusaciones infundadas, generalización, vieja teoría de la dominación mundial y, ahora, negación, revisionismo y banalización del Holocausto)".
"Y es que el fenómeno judeófobo en tanto fenómeno milenario, quimérico, obsesivo e irracional, en palabras de Gustavo Perednik Perednik, permanece vivo en nuestro tiempo. Una forma de odio tan atroz que ha desembocado en la mayor industria de exterminio de la historia difícilmente puede haberse extinguido. Es el filósofo francés Pierre-André Taguieff quien nos señala a los principales culpables de esto, así como el silencio asesino de sus cómplices".
"El nuevo antisemitismo es un odio impulsado por el afán de presentar a Israel, en palabras de Taguieff, "como una deshonra, heredada de una falta original, que instaura su ilegítima existencia política; el estado de Israel es intrínsecamente culpable, su culpabilidad se halla fundada en sí misma. El pecado original de Israel es su nacimiento". Judeofobia, pues, disfrazada convenientemente de un antisionismo que ha sabido adaptarse a los hábitos modernos, pero que mantiene los clichés del antisemitismo clásico (acusaciones infundadas, generalización, vieja teoría de la dominación mundial y, ahora, negación, revisionismo y banalización del Holocausto)".