03 noviembre 2007

 

Jerusalem ajena al islam.

Julián Schvindlerman repasa la importancia de Jerusalem, capital eterna e indivisible de Israel, en la historia del islam.

En marcado contraste con los insistentes reclamos árabes sobre Jerusalem, los musulmanes han históricamente confinado a la ciudad a los rincones más apartados de sus anhelos. Jerusalem ha sido tan marginal para el Islam que en el Corán no es mencionada ni siquiera una sola vez. Al rezar le dan la espalda: incluso estando en Jerusalem, los musulmanes rezan orientados hacia la Meca. En 700 años de gobierno árabe, Jerusalem no sólo no fue jamás ungida como capital, o al menos convertida en centro cultural de importancia, sino que fue considerada una ciudad menor. El interés musulmán en controlar Jerusalem está basado fundamentalmente en negar el control de la ciudad a terceros, en el caso actual, al pueblo judío, más que en afirmar el propio nexo. Durante los últimos 13 siglos, Jerusalem ha sólo esporádicamente sido de importancia el establishment musulmán, y tal interés errático estuvo basado en consideraciones políticas, no religiosas. La historia testimonia esta aseveración.

El argumento árabe-musulmán, tan en voga en la actualidad, de que Jerusalem es la tercera ciudad santa, luego de Meca y Medina, para el Islam, debe entenderse en el contexto de las líneas precedentes. La centralidad de Jerusalem para los líderes musulmanes es una fábula. Como con casi todas las fábulas árabes modernas, goza de enorme aceptación mundial, pero fábula es.

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?