07 septiembre 2007

 

La unión de la extrema izquierda y el fascismo islámico.

Alvaro Kröger analiza el creciente acercamiento del presidente nicaragüense Ortega a las dictaduras izquierdista de Chavez e islamofascista de Ahmadineyad.

Irán se fijó como meta la inversión de U$S500 millones en Nicaragua para construir un nuevo proyecto hidroeléctrico, un nuevo puerto y para construir 10.000 casas, ha anunciado Ortega, a principios de agosto al recibir a una delegación iraní encabezada por el ministro de energía Hamid Chitchian. La visita llegó después de que Ortega volara a Teheran en junio y el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad visitara Nicaragua en enero.

Ahmadinejad no ha hecho ningún secreto de su desdén hacia Estados Unidos, denunciando lo que él llama la regla "diabólica" de América, recordando el léxico del Ayatollah Khomeini que llama los EEUU el "gran Satan". Una embajada iraní en Managua es peligrosa para los habitantes de Nicaragua porque no vienen iraníes solamente: Viene el terror y las organizaciones terroristas, tales como Hezbollah. Recordar lo que sucedió en Buenos Aires durante los primeros años de la década de los 90, uno puede visualizar lo que puede traer una misión iraní en el área de Managua.

Irán y Hezbollah se han mostrado como los culpables intelectuales y materiales detrás del ataque en 1994 del centro de la comunidad judía de AMIA en Buenos Aires que mató a 85 personas e hirió más de 200. Un juez federal de Argentina pidió el año pasado la detención de presidente anterior Akbar Hashemi Rafsanjani y ocho de otros antiguos funcionarios de Irán. Los lazos crecientes con Irán traen consigo lazos diplomáticos de Ortega con Corea del Norte formalizados en mayo último.

Si Nicaragua se sigue atando a esa cuadrilla de terroristas confesos son malas noticias para los nicaragüenses y éstos ya tienen bastantes problemas como para tener que soportar algunos más gratuitamente.

Comments:
No me interesa en lo más mínimo la política de Nicaragua y no tengo nada en contra de los sandinistas. Pero el presidente Ortega, al ser aliado de Ahmadineyad, se convierte en mi enemigo.
 
Estimado Daniel:

Está claro lo que pretende Hugo Chávez. Por un lado, crear en America Latina un bloque de oposición al de EEUU y sus aliados, con el fin de expandir el modelo de la "revolución Bolivariana". De ahí su acercamiento durante una época a Lula o el hecho que pagase las campañas de Evo Morales o de Ollanta Humala en Perú. Venezuela quiere poner bajo su órbita a la mayor parte de America Latina y dispone de la pasta del petróleo para lograrlo. Otra cosa es que EEUU se deje comer el terreno...

Por otra parte está buscando una alianza con todos los países que tienen unas tensas relaciones con los EEUU para ganar prestigio e influencia en las relaciones internacionales a escala mundial y no quedarse aislado. De ahí sus filtreos con Rúsia, China o Irán.

Hugo Chávez siempre critica al imperialismo y precisamente él está intentando imponer su "imperialismo bolivariano" en America Latina. Saludos
 
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