18 enero 2007

 

Tiempo de ayudar a Abbas.

Yariv Oppenheimer afirma que Israel debe tomar partido en el conflicto intra-palestino apoyando a Abbas, para impedir que los terroristas islámicos de Hamas sigan con los ataques contra Israel.

"Permítámosles jugar antes que nosotros", ésta es la actitud común entre el público israelí a los crecientes enfrentamientos cada vez peores en la Autoridad Palestina. Como si todavía éste fuera otro conflicto que involucra a tribus en alguna parte lejos en Africa, el establishment israelí escoge mirar los desarrollos en la AP de costado y esquivar alguna responsabilidad directa o indirecta por lo que está pasando.

Claro, como en cualquier conflicto, nosotros tenemos a los tipos buenos y a los tipos malos, y están esperando ver a los tipos buenos anotar una victoria aplastante. Sin embargo, la realidad en la región es mucho más complicada e Israel tiene un papel significativo en el estallido de los enfrentamientos y en la determinación de los resultados finales.

El conflicto intra-palestino que amenaza la estabilidad de la región entera refleja la situación imposible en que se encuentran los residentes de Gaza desde la ejecución del plan de desconexión hace aproximadamente un año y medio, y particularmente desde las elecciones de la AP.

El sitio continuo, el cierre de cruces de carreteras a las mercaderías entrantes y salientes, la confiscación de fondos de impuestos, y la desconexión entre Gaza y Judea y Samaria, todo eso ha convertido a la Franja en una prisión atestada dónde más de un millón de personas vive sin nada.

Es fácil ignorar la situación objetiva y reprochar la "mentalidad palestina" como el factor principal detrás de la guerra civil, hasta ahora en la práctica, el hecho que Israel dejó Gaza, cerró con llave la verja y encarceló a los palestinos detrás de sí es el factor principal detrás del estallido violento y la anarquía.

Ahora que el estallido entre Fatah y Hamas ya ha hecho erupción, Israel tiene muchas opciones a su disposición que pueden influir en los resultados de esta lucha, sea directa o indirectamente. Debido a la desconexión, los dos movimientos importantes en la AP están compitiendo por el corazón de la población y están intentando presentar sus logros diplomáticos, económicos, y militares.

Para tal fin, Abbas solicitó en su reunión con Olmert la liberación de prisioneros en ocasión de la Fiesta del Sacrificio. Después que estuvo de acuerdo, el primer ministro se arrepintió de su promesa, y Abbas se vió obligado a regresar a su pueblo con las manos vacías y sin ningún logro significativo. Por otro lado, Hamas continúa negociando para la liberación de Gilad Shalit, por quien los palestinos recibirán centenares de prisioneros encarcelados con escándalo en las prisiones israelíes.

El mensaje israeli que sale de Jerusalén es claro: Un líder palestino como Abbas que clama por un final a los bombardeos de cohetes Qassam y un compromiso diplomático con Israel, sobrevivirá con un beso simbólico en su mejilla del primer ministro israelí y regresará a su pueblo con las manos vacías.

Por otro lado, un grupo radical como Hamas que usa la fuerza y secuestra a soldados israelíes, podría demostrar a su pueblo que "los judíos sólo entienden la fuerza" y que el terrorismo es la única herramienta que podría llevar en el futuro a la liberación de prisioneros.

La liberación de Shalit en un canje de prisioneros es una necesidad y debe emprenderse pronto. Al mismo tiempo, el liderazgo israelí debe actuar valientemente levantando a Abbas y permitirle demostrar a su pueblo que las negociaciones son mejores que los estallidos violentos.

En esta crítica bifurcación dónde los moderados en la AP están luchando fuerte por sus vidas, Israel no debe permanecer indiferente y debe apañar con gestos simbólicos. El gobierno debe transferir sin demora los fondos de impuestos directamente a Abbas, hacer la vida de los residentes en Gaza y en Judea y Samaria más fácil, remover los controles de carreteras y levantar las clausuras, y permitirle al presidente palestino presentar logros significativos como resultado de las negociaciones.

El descuido israelí continuado al dolor en Gaza y a las demandas de Abbas ayudan a crear la anarquía en los Territorios y el alza en el poder de elementos radicales dentro de la sociedad palestina que querrán muy pronto de nuevo dirigir sus armas hacia nosotros.

Comments:
El gobierno de Irán y Siria le dan a Hamás armas y dinero para que luche y destruya a Fatah. Por eso es que el gobierno de EE UU e Israel le dan armas y dinero a Abbas para que pueda hacer frente a la amenaza de Hamás. Si no ayudamos a Abbas, Hamás va a dominar a los palestinos, y eso significa el fin de la esperanza de paz en el conflicto palestino-israelí, por eso fortalecer a Abbas es un riesgo que muchos consideran necesario. No porque Abbas se lo merezca ni porque sea una buena persona, sino porque es el único grupo de la sociedad palestina que se opone a Hamás. Si Abbas no destruye a los terroristas de Hamás, lo va a tener que hacer Israel con sus propios medios tarde o temprano.
 
Palestina es un avispero donde las avispas se atacan a muerte por cada grano de polen, pero no olvidemos que quien mete la mano en el avispero suele salir perdiendo pues las avispas reaccionan todas a una contra el "enemigo común". Es más este suele servir de cohartada para superar enfrentamientos internos y aglutinar voluntades.
Así que lo mejor que puede hacer Israel es mantenerse al margen de ese avispero y dejar que se maten entre ellos, si esa es su voluntad. Y, eso sí, estar muy atento ante posibles atentados que pretendan servir de válvula de escape y responder muy duramente cada vez que sea necesario.
 
Estoy de acuerdo con Paco. Es mejor mantenerse fuera del avispero, observar la evolución y en caso de extrema necesidad intervenir.
El lío en el avispero puede proporcionar tranquilidad a Israel.
 
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